La harissa es una salsa picante muy popular en la cocina del norte de África y se utiliza en muchas recetas marroquíes para añadir sabor y picante.
Salsa Harissa
Ingredientes:
- 10-12 chiles rojos secos (preferiblemente chiles guajillo o árbol), sin tallos y sin semillas
- 3 dientes de ajo, pelados
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de cilantro molido
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 taza de aceite de oliva virgen extra
- Jugo de 1 limón
Instrucciones:
- Remoja los chiles secos en agua caliente durante aproximadamente 30 minutos para que se ablanden.
- Escurre los chiles y colócalos en una licuadora o procesador de alimentos junto con los dientes de ajo, el comino molido, el cilantro molido, el pimentón ahumado, la sal y la mitad del aceite de oliva.
- Licúa o procesa los ingredientes hasta obtener una pasta espesa. Dependiendo de la consistencia deseada, puedes agregar un poco de agua o más aceite de oliva para ajustar la textura de la harissa.
- Transfiere la harissa a un frasco de vidrio limpio y vierte el resto del aceite de oliva por encima. Exprime el jugo de limón sobre la harissa y mezcla bien.
- Tapa el frasco y almacena la harissa en el refrigerador. La salsa se conservará durante varias semanas si se mantiene en un frasco bien cerrado y cubierta con una fina capa de aceite de oliva.
Puedes utilizar la salsa harissa en numerosos platos marroquíes, como cuscús, tajines o simplemente como un aderezo picante para el pan o la carne. Ajusta la cantidad de chiles según tu tolerancia al picante.