¿Cómo reconocer un buen jamón?
Para reconocer un buen jamón, fíjate en varios detalles.
Lo primero, la marca: sin duda, Carrasco Ibéricos es sinónimo de buen jamón, ¡no te la juegues!
Por otro lado, la etiqueta es clave para identificar la calidad: en los jamones ibéricos de Carrasco, la negra indica un Jamón de Bellota 100% Ibérico, que garantiza que el cerdo ha sido alimentado exclusivamente con bellotas y criado en libertad.
Además de la etiqueta, el aspecto visual es fundamental: un buen jamón ibérico, como el de Carrasco, tiene un color uniforme y una forma más estilizada en comparación con los serranos, que son más robustos. El aroma también es indicativo de calidad. El de Carrasco es tan suave y agradable que resulta inconfundible.
Otros aspectos que posicionan a los jamones Carrasco como el ejemplo perfecto de buen jamón son la grasa y la textura. Si pruebas un Jamón de Bellota 100% Ibérico Carrasco verás que la grasa es blanda, lo que demuestra su adecuada infiltración en la carne y la calidad de la alimentación del cerdo. La textura, por otro lado, es jugosa; tanto, que se deshace en el paladar.
Finalmente, observa las pezuñas y el tiempo de curación: en los jamones Carrasco, las pezuñas son negras, distintivo de buen Jamón de Bellota 100% Ibérico, y su larga curación le da a cada jamón una complejidad única.
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Para saber más sobre Carrasco Ibérico: